Los trabajadores de la central nuclear de Fukushima van a recibir este año el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia por su labor durante el desastre ocurrido en la planta japonesa como consecuencia de un tsunami. Según la fundación Príncipe de Asturias este grupo de personas “representa los valores más elevados de la condición humana, al tratar de evitar con su sacrificio que el desastre nuclear provocado por el tsunami que asoló Japón multiplicara sus efectos devastadores, olvidando las graves consecuencias que esta decisión tendría sobre sus vidas”. Este premio saca a relucir una vez más un debate que es viejo ¿Debería la humanidad renunciar a la energía nuclear por los peligro que conlleva?
Bases de la energía nuclear
La energía nuclear se obtiene a partir de la liberación de la energía almacenada en el núcleo de algunos átomos. Esta liberación se produce bien por reacciones de fusión o de fisión.
En la actualidad existen unos 440 reactores de fisión en el mundo y se está proyectando la construcción del ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor o “viaje” en latín) el primer reactor nuclear de fusión en Cambalache (Francia).
Fusión nuclear
La fusión nuclear es el proceso que tiene lugar en el núcleo de las estrellas en condiciones extremas de densidad y temperatura. Los átomos de hidrógeno que forman el núcleo chocan transformándose en átomos de helio y liberando grandes cantidades de energía.
En el ITER se fusionarán Deuterio (2H), que es un isótopo estable del hidrógeno y Tritio (3H) otro isótopo del hidrógeno. Para que la reacción tenga lugar se necesita alcanzar unas temperaturas de 150.000ºC para lo que se utiliza un dispositivo tokamak. La reacción produce un núcleo de helio, un neutrón y energía. El helio queda confinado en el dispositivo, mientras que la energía es transportada por los neutrones y es absorbida por las paredes del tokamak en forma de calor. El calor se utiliza para obtener vapor de agua, que moverá unas turbinas para producir electricidad.
Fisión nuclear
En la fisión nuclear un núcleo pesado se divide en otros más pequeños en una reacción exotérmica que libera grandes cantidades de energía. Se utiliza uranio porque es el único elemento que se encuentra en estado natural que se puede dividir. Para producir la fisión se bombardea el núcleo del uranio con neutrones que hace que exploten liberando energía y otros neutrones. Los neutrones liberados chocan con otros núcleos de uranio repitiendo el proceso en lo que se llama reacción en cadena. La energía liberada en forma de calor se utiliza para producir vapor de agua que a su vez mueve una serie de turbinas para dar lugar a electricidad.
Tratamiento de los residuos nucleares
Uno de los principales problemas de este tipo de energía es el tratamiento de sus residuos que por su nivel de radiactividad se clasifican en tres grupos: baja, media y alta actividad. Los dos primeros no generan calor y tienen un periodo de semidesintegración inferior a los 30 años. Los de alta actividad generan calor y su periodo de semidesintegración es superior a los 30 años.
Los residuos de baja y media actividad se almacenan en contenedores de hormigón. Los residuos de alta actividad se suelen almacenar temporalmente en piscinas; en contenedores metálicos o de hormigón y en bóvedas con circulación de aire para la eliminación de calor. Finalmente estos residuos se llevan a zonas de almacenamiento geológico profundo donde se aíslan a profundidades de 500 metros mediante la interposición de materiales aislantes.
Riesgos de la energía nuclear
En caso de producirse un vertido de algún residuo nuclear al medio ambiente las consecuencias serían devastadoras tanto para las generaciones presentes como para las generaciones futuras tal y como se ha podido comprobar en los accidentes ocurridos a lo largo de la historia nuclear.
En las centrales nucleares existe un riesgo de un 0,1% de que ocurra un accidente nuclear durante su vida útil, al prolongarla este factor va aumentando año a año. Aunque las condiciones de seguridad exigidas a este tipo de instalaciones son muy elevadas, lo cierto es que en los países en conflicto se convierten en foco de ataques terroristas para los cuales no tienen ningún tipo de medidas de seguridad.
El transporte de residuos nucleares también es un tema bastante comprometido y los ecologistas exigen más transparencia por parte de las empresas dedicadas a esta actividad ya que la sombra de la duda planea sobre las condiciones reales de seguridad que existen en estos lugares.
En cuanto a los riesgos de la futura central de fusión nuclear, en teoría el único residuo que se generaría durante el proceso es el helio. Aunque también se producen partículas radioactivas que no tendrían que salir al exterior hasta el final de la vida de la central. Cuando se proceda al desmantelamiento de la central sí que habrá que enfrentarse a material radiactivo con unos periodos de descontaminación de 40 años.
El debate de la energía nuclear está mas presente que nunca, sus defensores la confirman como la fuente del futuro mientras que sus detractores ven más riesgos que beneficios. Mientras tanto un nuevo personaje entre en escena: las energías renovables que gracias a la mejora tecnológica año a año van abaratando costes y aumentando su rendimiento. El futuro energético se pinta de color verde.